La Puerta de Segura,  pueblo del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, es un enclave estratégico para conocer el Parque Natural y   para realizar excursiones a las ciudades Patrimonio de la Humanidad, Úbeda y Baeza. El pueblo cuenta con peculiaridades urbanas singulares derivadas de su propia situación junto al río Guadalimar que atraviesa el núcleo urbano  dividiéndolo en dos. Parte de su caserío está edificado sobre granitos paleozoicos que fuerzan un amplio meandro en el centro, y el resto llanea siguiendo el transcurso apacible de las aguas.   La Puerta de Segura es un hermoso  pueblo, dividido por su río, con parte de su caserío siguiendo el transcurso del Guadalimar,  asomado a sus Paseos, y, el resto, escalando desde la ribera hacia el monte en dos antiguos barrios que se miran de frente: uno, el barrio de Beas o del Peñón -medieval, de complejo entramado urbano-, bajo la cumbre de la Buitrera; otro, el barrio de las Riscas, bajo Sierra Oruña;  y en ambos, apiñándose las casas, como si  unidas y apretadas vencieran al vértigo doble de la altura y del bello entorno que las rodea.

Gastronomía: Cabe destacar el magnífico aceite, perteneciente a la Denominación de Origen Sierra de Segura cuyo Consejo Regulador tiene su sede en La Puerta de Segura. Mención especial merece el exquisito cordero segureño e, igualmente, la gran variedad de platos tradicionales como las migas, gachamiga, andrajos, galianos, fritao,  pipirrana, ajopringue, ajoatao, ajo de harina y las viandas de la tradicional matanza. En otoño los níscalos ("guíscanos") de los pinares, una sabrosa seta que puede tomarse sola o como ingrediente de guisos. En repostería: hornazos, pestiños, tortas de manteca, roscos fritos, roscos de aceite, que suelen acompañarse de un licor de café de elaboración casera, la Mistela. Y no podemos olvidar las estupendas y abundantes  tapas  que acompañan sin coste alguno a todas las consumiciones de bebida y las generosas raciones de los bares y restaurantes  del pueblo.